Un policía de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, Argentina, aseguró haber recibido una agresión por fantasmas.
Un oficial de policía de Entre Ríos dijo que fue perseguido en un calabozo en la sede del departamento de Gualeguaychú, donde se encontraban 13 presos. Un hombre con uniforme raído ingresó en un hospital psiquiátrico de la ciudad de Entrerios. Un policía llamado Mauro "Luso" Reinaldi dijo que fue atacado por una "criatura malvada" y se derrumbó al recordar el momento. "Así como hay dioses, también hay demonios. Algunas personas me odian". "Bajo ninguna circunstancia volverá a trabajar allí”, dijo Reinaldi, quien agregó que después del incidente lo acosaban pesadillas. Un hombre de 30 años que estaba en prisión dijo: “Desde hace un tiempo escuchamos ruidos extraños, golpes y gritos provenientes de la celda alta". Raynaldi dijo que subió las escaleras hasta donde estaban todas las mazmorras vacías. “Es como si me estuvieran agarrando desde dentro de mi celda y empiezo a pelear como un hombre en un pasamontañas todo de negro… Estaba cubierto de cicatrices. Estaba nerviosa y pedí ayuda y ayuda, oriné, este hombre me quería matar, no tenía otras intenciones, era un ente, yo no sé cómo llamarlo. El poder era impresionante y no podía deshacerme de él", dijo. También dijo: "Me caí al suelo y me agarró la pierna y me tiró hacia adentro... Desde abajo el interno vio el forcejeo y en otro momento vio la sombra al mismo tiempo. "No vi los clavos. Dijo que te iba a matar. Te iba a matar. Su voz era áspera y ronca", explicó. Reinaldi ha tenido dos juicios públicos. uno por violencia de género y otro por presunta participación en el bramido de vacas.
El uniformado también registra varias conductas desordenadas en su expediente personal. No hace mucho, supuestamente sufrió una lesión en la muñeca y tuvo que acudir en varias ocasiones a la junta médica por discrepancias en su testimonio. César Primo, jefe del departamento de Gualeguaychú, desconfió de la historia. En declaración periodística, dijo que el oficial sufría de depresión psicótica y posteriormente fue trasladado al Hospital Centenario. “Empezó a enfadarse y tuvo que llamar al personal de la clínica del Hospital Centenario. Llegaron en una ambulancia. Los médicos lo examinaron y confirmaron que pudo haber tenido un ataque psicótico inicial y recomendaron su traslado, y esta acción se tomó de inmediato”, dijo Primo. A las pocas horas, los oficiales fueron trasladados a sus domicilios y quedaron a cargo del cuidado y mantenimiento del grupo familiar. La policía de Entre Ríos le proporcionó un psicólogo, dijo Primo. Además, el jefe de sección comentó: "Hubo varios rasguños en la espalda", pero enfatizó que no estaba claro si fue durante la mazmorra o antes. “No sé si los representó antes o si los estaba produciendo en ese momento”, dijo. Dijo que quienes fueron privados de su libertad y recluidos en el calabozo “vieron el dolor de este policía y su colega que estaba limpiando uno de los patios”.
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